Accesibilidad web: Cómo mejorarla y para qué sirve
La accesibilidad web busca lograr que las páginas web sean funcionales para el máximo número de usuarios sin tener en consideración sus capacidades personales o las propiedades del dispositivo con el que acceden. En otras palabras, consiste en hacer todos los esfuerzos posibles para que una persona sin nociones tecnológicas y con una herramienta anticuada no aprecie una barrera muy gruesa entre tu contenido y ella.
– Lograr confeccionar una web accesible para cualquier persona es de vital importancia.
– En este post te explicaremos varios trucos sencillos que harán de tu web un lugar más eficaz.
Principios básicos
Eficacia y comodidad. Estas son las dos palabras clave que todo creador web debe tener presente. De hecho, la primera comprende a la segunda, pero muchas veces al hablar de eficacia pensamos únicamente en rapidez y dejamos de lado la comodidad o facilidad de uso. ¡Error!
Una web o un aula virtual debe ser cómoda. Es un must. ¿Qué entendemos por cómoda? Sobre todo que sea visual, intuitiva, y hasta cierto punto, sencilla. Debemos ser conscientes de que no todos tenemos las mismas habilidades. Hay personas muy digitalizadas con un don para navegar por websites complejas y hay quien naufraga en ellas.
Además, únicamente en España viven más de tres millones de personas con más de un 33% de grado de discapacidad. Al mismo tiempo, la enseñanza está al alcance de todos, y con las nuevas tecnologías aún más. Por ello, como empresa necesitas maximizar todas tus posibilidades y qué duda cabe que dejar fuera de tu público a este sector sería una gran equivocación.
¿Qué problemas buscamos solucionar con la accesibilidad web?
No todos los usuarios llegan hasta nuestras páginas en una situación ideal. Habrá casos donde el internauta no pueda activar el sonido, otros donde no tengan la iluminación adecuada y necesiten un fondo limpio y nítido para una lectura, quizá su conexión es lenta y no debemos indexar imágenes pesadas, etcétera. A continuación te presentaremos algunos de estos casos:
- Usuarios que utilizan teléfonos móviles, televisores inteligentes, relojes inteligentes y otros dispositivos con pantallas pequeñas, diferentes modos de entrada, etcétera.
- Usuarios de edad avanzada cuyas habilidades disminuyen con el paso de los años.
- Usuarios que han sufrido una lesión recientemente, como puede ser un brazo roto.
- Usuarios con pequeñas, o no tan pequeñas, complicaciones por su localización. Esto abarca desde encontrarse en un entorno en el que no se puede habilitar el audio o, por ejemplo, encontrarse en la playa y con la luz del sol dificultando visualizar la pantalla.
- Usuarios con una conexión a internet deficiente.
De hecho, si quieres profundizar un poquito más en las dificultades que afrontan a diario las personas de edad avanzada con las nuevas tecnologías te invitamos a recorrer este artículo de Ricardo Tayar López en el que aborda el tema por completo.
Como ves, todas estas situaciones son muy comunes y lo único que necesitan es un trato especial por nuestra parte como creadores. Debemos pensar de forma completa y ser muy precisos con cada detalle a la hora de diseñar nuestra página o aula virtual, incluyendo en ella a las personas con discapacidades.
¿Cómo optimizar nuestra web para evitar estas complicaciones?
Ya sabemos a qué problemas potenciales nos encontramos, así que ya hemos logrado recorrer la mitad del camino. Ahora solo falta la recta final: Aplicar los conocimientos aprendidos y las mejores para que nuestra plataforma sea accesible para cualquier usuario, desde cualquier dispositivo.
- Tipografía adecuada: Los textos que aparecen en nuestra web no lo son todo, pero casi. Trabajar con un tipo de letra claro y conocido por los usuarios es muy importante. Al fin y al cabo, el internauta quiere adentrarse en nuestra información sin tener que hacer ningún tipo de esfuerzo extra, como lo podría ser acostumbrarse a una tipografía que no ha visto en su vida.
Además, seamos directos, tienes mucho más que perder que que ganar. Por último, debes tener en cuenta que algunas de ellas se modifican dependiendo del navegador que el usuario esté utilizando. Una vez que hayas escogido una, comprueba siempre que su aspecto es el que buscas en todos los navegadores y dispositivos diferentes.
Al mismo tiempo, el tamaño también juega un papel fundamental. Desde mediados de los 2010s los textos grandes han ganado protagonismo. No solo son fáciles de ver para todo el mundo, con problemas de visión o sin ellos, sino que plasman un diseño más sencillo y limpio . En definitiva, si logras concretar la información en un menor número de caracteres y puedes hacerlos ligeramente más grandes, habrás triunfado.
Por último, para que el tamaño de tu fuente se vea alterado al gusto del usuario, debes trabajar con unidades relativas (em, ex, %). Si por el contrario aplicas unidades absolutas (px, pt, pc, mm, cm, in) estarás imposibilitando este reajuste al variar el zoom. - No justifiques los textos: Aunque a veces nos inclinemos a pensar que justificado queda más compacto, lo cierto es que las desventajas son mucho mayores que las ventajas. Justificar un texto puede ocasionar una cadena de mini fallos que tengan como resultado la aparición de grandes espacios entre palabras, e incluso letras de una misma palabra. Además, un texto no se presenta de la misma forma en una pantalla de ordenador que en un móvil. Es por ello que en los dispositivos móviles, o en cualquier otro que no tenga las dimensiones estándar de un pc, un texto justificado sea un quebradero de cabeza para el lector.
De nuevo volvemos a lo explicado anteriormente. Revisa minuciosamente cómo se plasma tu contenido en los distintos dispositivos tecnológicos o formatos, antes de dar por válida una decisión de diseño. Además, justificar un texto genera mayores dificultades tanto para las personas que sufren dislexia, como para aquellas que necesitan ampliar el zoom de sus pantallas. - Imágenes que no pesen y con descripción: De nada vale tener la mejor galería de imágenes, audio o vídeo del mundo si el peso de los archivos ralentiza la carga de la web. Recuerda: «el tiempo es oro«, y tus internautas lo agradecerán (aunque con toda probabilidad no te lo vayan a manifestar). Asegúrate de comprimir los archivos tratando de perder la menor calidad posible. En internet podrás encontrar cientos de webs que hacen ese trabajo por ti.
A su vez, no debemos olvidarnos de la importancia de añadir descripciones de texto. Además de dar algo más de información al lector, oyente o usuario, facilitas la navegación a las personas que usen un lector de pantalla y, al mismo tiempo, ganarás muchos puntos en SEO. - Atención a los colores: Necesitas que los colores de tu fondo y de tu texto creen una web legible. Lo más común es contar con un fondo blanco y el contenido en negro. En cambio, se pueden hacer pequeñas variaciones, sobre todo en paneles multifunción o desplegables donde se suele añadir una mayor variedad de colores para que resalte más.
De todas maneras… ¡cuidado! Que un texto se vea bien no quiere decir que sea cómodo para la vista. Por ejemplo, escribir un texto amarillo o blanco sobre un fondo negro permite que las letra se diferencien, pero generará malestar entre los usuarios al tratarse de un fondo muy ‘duro’ que molesta a la vista. Para un título quizá sea una opción, para un texto amplio desde luego que no.
Al mismo tiempo, no debes dejar de lado a las personas que sufren daltonismo. Quizá no conozcas a nadie con esta característica, pero mientras que únicamente el 0,5% de las mujeres lo padecen, en los hombres esa cifra aumenta considerablemente hasta el 8%.
- Remarca de forma clara la información de valor: A veces un simple cambio de color en una palabra no lo es todo. Como expliqué anteriormente, debes pensar en las personas que quizá no identifiquen esa modificación. Si al añadir un hipervínculo a una frase o palabra, esta únicamente cambia de color a un azul oscuro o algo similar, piensa si realmente es suficiente. Lo mismo sucede con las negritas. Por desgracia habrá quien no las perciba. Por ello, tanto un subrayado, como remarcar el fondo con otro color, puede ayudar. Si tu plataforma no te permite esta última opción, existen herramientas en internet que te lo facilitan.
- Muestra toda la información: Olvídate de los mensajitos de ‘leer más‘ o ‘seguir leyendo‘ al final de un texto que no aparece completo. Gestiona la información más importante y no limites los recursos de la web con esa práctica. Si necesitas aligerar la web hay otras formas mucho más eficaces, como comprimir los archivos. Además, todo aquel que esté usando lectores de pantalla, como las personas ciegas, se verá afectado.
¿Aún así no estás del todo convencido? ¡Tenemos lo que necesitas! Pásate por la entrevista que realizamos a Mario Almonte Moreno, especialista eLearning y diseñador instruccional. Estamos seguros de que él te despejará todas tus posibles dudas y te detallará el gran reto que supone la accesibilidad web para los creadores.
Ya sabes algunos de los trucos más básicos de accesibilidad web universal para que tu sitio web gane en eficacia. Ahora es momento de ponerlos en práctica. ¿Tienes alguna duda? ¿Necesitas consultar algún detalle? ¡No dudes en contactarnos a través de la caja de comentarios!
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